Esta historia se desarrolla en un parque temático muy especial, un Zoo-hospital donde los animales que tienen alguna enfermedad van a curarse con “el Tío Mario” que es veterinario especialista. El Zoo no tiene ningún tipo de rejas, allí juegan, cantan y se divierten todos los animales a tal punto que ninguno se quiere ir más de allí.
En el Zoo casi todos los días esta Pedro, el hijo de Mario, y sus 2 primos, Mía y Teo que viven muy cerca y utilizan el Zoo como una gran plaza de juegos a la que todos los días visitan en busca de nuevas historias fantásticas.
Los niños están fascinados con todo lo que aprenden de los animales y lo mucho que sabe el Tío Mario. Le ayudan a investigar, a alimentarlos y están en contacto con ellos viendo su comportamiento.